Sumerjo la historia de lo que me
considero
en la pálida profundidad del
recuerdo.
Enjaulo las palabras que con celo mi
boca guarda,
para que se mohezcan
en el sueño de su propia esperanza.
Poeta de iras sin banda sonora,
lloro y sangro alejado de vanos
remedios,
señalado desde vuestros ignorantes dedos.
Hoy, no me temo, no me rindo,
no grito a la soledad que se
encierra en mi mismo.
Bajo el flexo encendido,
sobre esta silla de pequeñas ruedas.
Decido volar entre los versos y las
divagaciones que de mi se apoderan.
Me siento vivo, entero, complacido, casi eterno.
Me siento vivo, entero, complacido, casi eterno.
Al ser yo, quien acaricia tus oídos.
De mucho me arrepiento cansado como
estoy, de escuchar,
de ver, de valorar y razonar.
Cansado,
de que me miren como a un bicho raro
sin lugar en la vida,
por ser como quiero, por pensar, por
querer y amar.
Cansado de gritar.
Antonio Fco Buitrago
Antonio, deja de escribir tan bien, que me oscureces mis escritos, je, je, je
ResponderEliminarGrande, amigo!
Aduladorrrrr jajajaja
ResponderEliminarAntonio