Aun
en mi mente, como bombas cercanas,
a
solas, tu voz se hace memoria.
No
sabe nadie hasta que le toca,
como
duele un alma herida.
Presente,
así, presente.
Te
me vienes encima
disfrazando
de locura
esta
farsa que de vida.
Nada
tiene, nada le queda, nada…
Eterna,
vacía, corrompida. Nada.
Corren
las gentes seguidas de su sombra,
amparados
en la fe,
forzándose
por creer.
Corren,
tratando de parecer.
Y
miro, lo hago atento y en todas direcciones.
Miro,
busco en todo un algo,
una
razón, su porque.
Miro,
y no encuentro
más
que mentiras, soledad y, con suerte,
ese
miedo que corroe las entrañas de mi ser.
Cielo
e infierno abren sus puertas,
en
medio, personas.
Gritan
salpicadas de olvido y fuego.
Culpables
e inocentes llenan de explicaciones
un
presente que no atiende. Un hoy,
que
de largo pasa tímidamente,
cansado
y harto de aquello, que pese predicarlo,
se
deja apartado, como siempre,
hasta
que sea tarde o haga daño.
Antonio Fco Buitrago
y yo, me sigo preguntando, el porque de las cosas.......
ResponderEliminarMuy bueno Antonio
Y jamás dejes de preguntártelo... gracias Lola.
Eliminar